27 de abril de 2010

Nuestra fe (1)


Homilía Misa de Sanación 27/04/2010. Primera parte.

Fortalecer los vínculos familiares (en tiempos de crisis)

Los tiempos de crisis son momentos que desestabilizan nuestras estructuras como persona y como sociedad. Es un tiempo donde hemos de fortalecer los vínculos afectivos que nos sostienen tanto a nivel familiar como a nivel comunitario. Solamente esta cercanía de afecto nos puede aliviar tantas situaciones adversas que vivimos en estos últimos tiempos, para que seamos capaces de soportarlas en compañía.

Creo que el vínculo más fuertemente atacado en nuestros tiempos es la de la familia, la base de una sociedad sana y ordenada. Existen grandes tendencias que nos confunden y hasta siembra dudas encuentra a si es necesaria o no la existencia de un esquema de “papa, mamá e hijos” como base de nuestra sociedad. Por supuesto que tenemos también tantas situaciones donde este esquema ha sufrido grandes heridas justamente a causa de la crisis que padecemos a nivel general como sociedad.

Nuestra fe (2)


Homilía Misa de Sanación 27/04/2010. Segunda parte.

20 de abril de 2010

Crecer en la solidaridad

En este año del bicentenario la celebración de la tradicional Bicicleteada Solidaria que organiza la comunidad educativa del Colegio Roque González es una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de crecer en solidaridad y justicia. También nos ilumina los aportes de la Conferencia Episcopal Argentina que nos invita a crecer en este gran valor de la solidaridad en nuestra patria.

Estamos viviendo un tiempo muy especial como país, que tiene que celebrar y festejar en medio de una gran crisis económica y moral como sociedad. Nos encontramos con bastante situaciones que lleva a la perdida de la credibilidad en nuestras instituciones tradicionales. Creo que hemos de dar un gran paso hacia recuperar la credibilidad de nuestras instituciones para que realmente puedan ser formadoras de valores: la familia, la educación, el Estado…

13 de abril de 2010

Vivir en positivo

En estos días tan hermosos que tenemos creo que uno de los aspectos que quita nuestra alegría interior es vivir permanentemente pendiente a los problemas, a lo que nos sale mal, al error de los demás y los problemas que muchas veces tienen poca solución. Estamos tan acostumbrados a escuchar cosas negativas, a decir cosas negativas que hasta nuestros pensamientos tienden a viciarse. El gran desafío para la alegría es encontrar las bendiciones de Dios en la vida y enfrentar la vida con fe y esperanza.

Frente a tanta negatividad que estamos acostumbrados a ver las cosas que no están bien en nuestro entorno y pierde la gracia de gozar tantas cosas que nos pueden hacer felices. Hoy quisiera compartir algunos pasos importantes para que podamos gozar de la vida y de las personas a quienes Dios nos ha regalado.

6 de abril de 2010

“No está aquí… ha resucitado” (Mc 16,6)

El domingo pasado hemos celebrado la fiesta de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Todavía sigue resonando este saludo tan esperanzador: “felices pascuas de resurrección”. Hoy quisiera reflexionar entorno a lo que significa vivir la resurrección del Señor en nuestras vidas.

La resurrección de Cristo más de un acontecimiento histórico para el cristiano y bautizado debe ser una experiencia de fe. Una experiencia que da respuestas a tantos misterios de la fe… una experiencia que nos llena de esperanza frente a tantas situaciones de muerte que vivimos a diario. Dios vuelve a unir las relaciones rotas entre seres humanos y viene salvarnos de tantas esclavitudes del pecado.