27 de diciembre de 2011

Nuevos sueños y esperanzas


Todo comienzo nos genera muchas expectativas en la vida. Al iniciar este nuevo año seguramente estamos llenos de sueños y esperanzas. Pero es necesario antes hacer un balance de lo que ha sido el año que pasó para corregir los errores que pudimos cometer y comenzar este 2012 con mucho afán. Y como bien sabemos, un buen comienzo ya es un camino seguro al éxito, lo que nos garantiza un buen fin.

Seguramente estamos a la espera de muchas novedades y expectativas que generan el año a iniciar y todo esto requiere optimizar el tiempo y los recursos que Dios nos ha regalado  atendiendo así aquellas particularidades que son fundamentales para el nuevo comienzo.

Uno de los detalles más valiosos en este aspecto es el buen uso de nuestro tiempo. La gran mayoría de los planes y proyectos se materializan y alcanzan excelentes resultados cuando le dedicamos suficiente tiempo, priorizando las cosas más importantes en nuestra vida y evitando que nos desgastemos en todo aquello que resulta secundario.

20 de diciembre de 2011

¿Qué nos hace feliz en esta Navidad?

Ya estamos llegando al fin de un nuevo año y los preparativos navideños nos tienen bastante ocupados. Un buen cierre de las actividades del año, las cenas y festejos de fin de año, los regalos navideños, los preparativos para uno días de vacaciones cerca o lejos, etc., nos mantiene sumamente ocupados en este tiempo. Obviamente hay muchos motivos para agradecer a Dios y es bueno reconocer las bendiciones recibidas de sus manos y celebrar este hermoso regalo de la vida.

Pero también nos damos cuenta de que en medio de tantas ocupaciones y apresuramientos, estamos por celebrar un hecho muy especial: “La venida del Señor: el nacimiento de un salvador de toda la humanidad”. Pero este acontecimiento,  hay que significarlo para que no pase inadvertido y nuestros deseos de felicidad realmente sean desde el corazón.

13 de diciembre de 2011

Despertemos, llega Cristo

Estamos preparándonos para las fiestas navideñas, de fin de año, para las vacaciones, etc. Pero como si esto fuera poco, este tiempo marca toda una novedad porque estamos a la espera de tantos cambios positivos, después de la asunción de las nuevas autoridades provinciales y nacionales que nos gobernarán en los próximos años. A menudo en medio de tantas actividades y trajines se pierde la visión de lo esencial de este tiempo que es la espera de la venida del Señor. Y el “adviento” trata de una preparación espiritual que supone un tiempo de mayor oración e introspección dentro del corazón para que realmente la alegría del nacimiento de Cristo sea una realidad en el corazón de cada uno. Es que estamos preparándonos por la manifestación de Dios en nuestro corazón y en el mundo.

Los festejos navideños adquieren importancia y significancia personal siempre que comprendamos el sentido de esta espera de la manifestación Divina. Este tiempo de adviento nos invita a una espera no pasiva, sino realmente activa. Son muchos los que hablan de cambios, de la importancia de hacer cosas, proyectos, planes, etc., que quedan a menudo sólo en palabras y discursos. El tiempo de adviento nos invita a ser protagonistas del cambio como Juan el Bautista, comprometiéndonos con el anuncio de la Buena Nueva. La misión de todo cristiano consiste en comprometerse para que los cambios sucedan y que la espera sea fecunda.