18 de diciembre de 2012

Navidad... una fiesta del corazón

Pronto estamos por celebrar la gran fiesta navideña. Quedan muy pocos días y estamos todos preparándonos para reverenciar este gran suceso. La fiesta de Navidad tradicionalmente ha sido todo un acontecimiento espiritual y el Adviento un tiempo de espera, en la fe y en el amor para preparar el corazón y recibir la buena noticia de la venida del Señor. Por supuesto que este episodio siempre está acompañado por una buena mesa familiar. 
 
Sin embargo, en la actualidad esta fiesta tan espiritual se ha convertido para muchos en un acontecimiento social que insume muchos gastos por los regalos, las fiestas, visitas especiales, etc. Muchos de nosotros somos víctimas de una modalidad instalada por la sociedad de consumo, de la que no sabemos cómo escapar. 
 
Creo que si miráramos nuestras costumbres de los últimos años, nos daremos cuenta de que transformamos el cumpleaños de Jesús en un festejo muy secular. Hay una escasa espera en lo espiritual. Son pocas las personas que regalan en este tiempo de adviento sus oraciones para los hijos, familiares y amigos, lo que vale más que todos los regalos costosos; o tal vez una visita serena a un familiar enfermo, padres o abuelos mayores; lo que es mucho más valioso que un regalo material para estas personas. Tendemos a reemplazar estos momentos de cercanía y participar de fiestas donde falta la paz y la armonía, pero sí sobreabundan los regalos para complacernos unos a otros y que, sin embargo, nos endeudan hasta llevarnos a la desesperación. 
 

11 de diciembre de 2012

Adviento, tiempo de esperanza

Adviento es un tiempo de esperanza. Y creo que además es un momento especial para fortalecer el don de la esperanza. Si profundizamos la Palabra de Dios en estos tiempos podremos darnos cuenta de que el pueblo de Israel es un gran maestro de la esperanza, un pueblo sufrido que esperaba orante la venida de un Mesías, con una confianza incondicional que nos le permitía bajar los brazos. Y esta actitud es importante adoptar en estos tiempos difíciles que vivimos y reflexionar sobre la virtud de la esperanza. 
 
El tiempo de adviento nos invita a fortalecer nuestra esperanza en un Dios que cumple las promesas pero en su tiempo. Hay muchas personas que sufren y experimentan una vida desdichada porque han perdido la esperanza. A menudo ante un deseo, un sueño o plan no alcanzado hay quienes se desaniman, otras veces frente a una enfermedad o un fracaso. El pueblo de Israel que esperó siglos la venida del Mesías nos invita a confiar plenamente en un Dios que cumple sus promesas en este tiempo de adviento.
 

4 de diciembre de 2012

Adviento, tiempo de gracia

Estamos iniciando el tiempo de Adviento, que marca el inicio de la preparación que debemos hacer para poder vivir plenamente la Fiesta de Navidad. Es un tiempo especial en cual queremos encontrarnos con Jesucristo y como sabemos todo encuentro para que sea fecundo necesita de una buena preparación. Hoy quisiera que reflexionemos juntos la necesidad de una buena preparación en este tiempo de Adviento para que realmente esta Navidad sea una verdadera experiencia de encuentro con Cristo. 
 
Todo encuentro para que produzca frutos abundantes requiere apertura, espera y comunión. El encuentro con Jesucristo en esta Navidad también necesita que estemos abiertos a la novedad de Dios en la vida, que sepamos esperar con un corazón abierto y que realmente vivamos una profunda comunión con Dios en la oración personal y meditación en estos días.