27 de agosto de 2013

La solidaridad exige compromiso

El 31 de agosto, ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el “Día Mundial de la Solidaridad”. Y este acontecimiento nos invita a reflexionar sobre la urgente necesidad de promover la solidaridad en nuestra sociedad. Vivimos en un mundo con grandes diferencias entre pobres y ricos, el que tiene y no tiene, el que puede y no puede. 
 
El criterio que nos guía suele ser una desmedida preocupación por el bienestar personal y del entorno familiar únicamente. Las demás necesidades suelen verse como un problema que no me afecta, por lo tanto no es mi responsabilidad preocuparme por encontrar soluciones. Y este mismo criterio se traslada a nivel internacional, donde los países que más tienen cierran sus fronteras hacia los que menos tienen. 
 
Es necesario que pensemos en un cambio de paradigma, optando por la cooperación y colaboración mutua a favor de todas las naciones y los pueblos para acabar con la pobreza y tantas desigualdades que viven nuestros hermanos. Para ello necesitamos que nuestras relaciones interpersonales, desde la base, sean fortalecidas por el ideal del amor y la solidaridad. Es necesario salir al encuentro del “otro”, teniendo como prioridad el “nosotros”, por encima del “yo”. Es el verdadero desafío de estos tiempos, en un mundo que nos lleva cada vez más a un mayor individualismo y signado por el egoísmo.
 

20 de agosto de 2013

El gozo de anunciar a Cristo

Después de la visita papal a Brasil, varias personas de distintos ámbitos de la sociedad me preguntaron si el nombramiento del papa Francisco y su llegada al país vecino, ha aumentado el número de fieles en la Iglesia Católica. Y a todos los que me han hecho esta pregunta le respondía con otra pregunta que quiero hacerla también aquí para invitarlos a reflexionar, precisamente hoy en que celebramos el día del catequista. ¿El nombramiento y la visita del Papa ha cambiado a nivel personal, mi vida de fe?
Sin duda, todos estamos muy felices por la persona del papa Francisco y no podemos dejar de reconocer que el Espíritu Santo está obrando e impregnando de un aire nuevo a la Iglesia. Esta acción del Espíritu es una invitación personal para cada bautizado a vivir profundamente su fe en Cristo, lo que trae la alegría de la vida. Es lo que muchos periodistas destacan del rostro alegre y rejuvenecido de nuestro Papa. Estoy seguro que creer en la persona de Cristo nos llenará de alegría y poder ser su mensajero anunciando a Cristo, transformará esta alegría en gozo. 

13 de agosto de 2013

Complejidades de la niñez

Agosto se caracteriza por ser un mes de grandes festejos para los niños que celebran su día. Y creo que es una linda ocasión para reflexionar sobre la importancia y valor que tiene esta  etapa de la niñez para la vida de todo individuo. La realidad actual de nuestras familias, que tradicionalmente han sido lugares de contención y protección para nuestros niños, hoy padece una gran crisis de desintegración a causa de las complejidades de la posmodernidad.
 
La exigencia del mundo laboral y económico, el aumento de la desintegración de las familias, madres solas, hace que una gran parte de nuestros niños y jóvenes no tengan la contención de una familia que sea el apoyo y sostén afectivo, emocional y material para su crecimiento integral. 
 
Gran parte de los niños de nuestra sociedad viven con solo uno de los padres, o están más cerca de los abuelos que los propios padres. 
 
La nueva sociedad que acompaña a nuestra niñez hace que ellos desde una temprana edad  ingresen al mundo adulto, conflictivo y desolador, sin tener la madurez y la preparación para enfrentar esta etapa de la vida. 
 

6 de agosto de 2013

El milagro del pan y del trabajo

El 7 de agosto celebramos la fiesta de San Cayetano, patrono del pan y el trabajo, una fiesta tan arraigada en nuestra patria Argentina. Creo que estamos viviendo un tiempo donde el trabajo es un verdadero milagro, ya que en un mundo globalizado no es fácil conseguir un trabajo digno. Por ello es importante que todo aquel que trabaja lo haga de corazón, asumiendo la responsabilidad que implica un trabajo. 
 
Como dice el papa Juan Pablo II en el documento Laborem Excercens: “El trabajo es un bien del hombre -es un bien de su humanidad-, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido ‘se hace más hombre’”. 
 
Cuando pedimos por el pan y el trabajo tenemos la misión de realzar la dignidad de todo ser humano en este mundo moderno donde un trabajo digno es escaso y reservado para pocos.