24 de septiembre de 2013

Primavera de esperanza

Ya comienza a asomarse una nueva primavera, aun en medio de tantos vaivenes socio-económicos que vivimos en nuestra patria. Creo que en estos tiempos es importante recuperar la esperanza a pesar de las adversidades de la vida. Esta estación trata precisamente de eso, aprender a mirar la belleza de las flores que están brotando después de las heladas y el crudo invierno. En este sentido que bueno que con la naturaleza, que es tan sabia, aprendamos a mirar la vida con optimismo y esperanza. 
 
Es un tiempo para fortalecer nuestras relaciones interpersonales. En el correr de la vida siempre hay motivos que nos distancian unos de otros, sencillamente porque somos seres humanos que pensamos y actuamos de manera única e irrepetible. Les propongo que esta primavera sea un tiempo para la reconciliación lo que permitirá que siempre haya más sonrisa y mayor alegría en nuestros encuentros interpersonales. 
 
Es un tiempo para lograr la autenticidad, porque lo mejor de nosotros surge cuando fortalecemos lo que realmente somos. Creo que es un verdadero desafío en nuestro mundo de la imagen, donde vale la apariencia más que el ser. Que esta primavera sea una oportunidad para estrechar los vínculos de confianza desde la autenticidad y embellecer nuestra vida con los dones y talentes que Dios nos ha regalado. 
 

17 de septiembre de 2013

La santidad del cura Brochero

Como Iglesia argentina, el sábado pasado, hemos vivido la gran alegría de la beatificación del cura Brochero. Gran trabajador y luchador incansable, uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la región que le tocó evangelizar. Su vida fue ejemplo y testimonio de perseverancia y entrega para todos nosotros. Los invito a reflexionar sobre la santidad, desde el ejemplo de vida que nos dejara este modelo de cura párroco y sacerdote fiel.
 
José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840 en Carreta Quemada, vecindad de Santa Rosa de Río Primero. Era de una familia sencilla y fue el cuarto de diez hermanos. En su temprana adolescencia decidió consagrar su vida al sacerdocio e ingreso en 1856, y en diciembre de 1866, celebró su primera misa.
 
“Ser Santo” es vivir apasionado por la misión: Y así lo hizo, como sacerdote era cercano al pueblo pobre y necesitado. Montado sobre una mula estuvo cerca de sus fieles, con un gran cariño por la gente que más lo necesitaba. Desde la vida del Cura Brochero aprendemos que la santidad consiste no solamente en actos heroicos, sino de vivir en la sencillez de lo cotidiano la fe, la esperanza y la caridad con un gran deseo de santidad. Como dice la Palabra de Dios: en definitiva, los santos serán los que “han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia” (1Tes. 1, 3).
 

10 de septiembre de 2013

“Queremos un mundo de paz”

Queremos un mundo de paz”, fue el grito del papa Francisco, pidiendo a la comunidad internacional para que haya búsqueda de paz y no más violencia para alimentar el negocio y los intereses de unos pocos. Es bueno que reflexionemos sobre esta hermosa carta del Papa, pidiendo que no haya más guerra ni violencia en el Medio Oriente, en Siria. 
 
Es muy común que leamos en los periódicos y miremos en los noticieros tantas realidades de inestabilidad, conflictos, violencias, etc., a los que nos vamos acostumbrando a vivir en medio de tanta anormalidad como si la vida fuera así, llena de atropellos, injusticias y falta de compasión para con el otro. Son tan pocas las veces que tenemos momentos sin estas noticias que nos conmueven, que simplemente sentimos que la paz es la ausencia de violencia, guerra o conflictos. En el fondo la palabra paz es sumamente positiva y tiene que ver con un estado personal y social donde uno encuentra equilibro, estabilidad y unidad. Un momento y espacio donde puede vivir y desenvolverse como persona humana en su plenitud.