Estamos próximos a las fiestas
navideñas y este tiempo de Adviento nos prepara para el gozo de la
esperanza el encuentro con Cristo, que nos llena con su alegre
presencia. Sin embargo, toda esta esperanza la vivimos en medio de una
sociedad muy conmocionada por la inseguridad y los golpes de violencia
que provocan los saqueos y destrozos en todo el país. Por ello considero
oportuno que reflexionemos sobre la importancia de la justicia y la paz
social; valores supremos de toda democracia, religiosidad y sana
convivencia.
Creo que a pesar de
tantos avances tecnológicos, la paz y la justicia social tienen un largo
camino por recorrer. En primer lugar la justicia no es solo un derecho
sino también un deber de todo ciudadano y ella se construye con el
aporte de todos. Por eso en necesario que tengamos leyes justas, un
orden social claro, donde la persona humana esté por encima de los
intereses económicos.