29 de septiembre de 2009

Ábrete a la Palabra de Dios

Entorno a la fiesta de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín, el 30 de septiembre celebramos el día de la Biblia. Es uno de los más leídos en el mundo y da fortaleza para tantas personas frente las distintas realidades de la vida. Es la forma que Dios eligió para guiarnos y conducirnos hacia el Padre. Al finalizar este mes de la Biblia quisiera que reflexionemos entorno a la Palabra de Dios y que la Palabra tenga un lugar prioritario en nuestras vidas.

La Palabra de Dios es el sustento principal para nuestra vida. Es la que alimenta nuestra fe en todo momento de la vida. Es la voz de Dios que nos habla en todo momento de la vida. Fue inspirada por Dios y que es el mismo Dios el autor de estas Palabras, aunque Él ha utilizado a personas humanas para su obra.

Siendo la Palabra de Dios, la Biblia nos transmite el pensamiento de Dios para el hombre. Nos ilumina respecto a cómo Dios fue conduciendo al Pueblo de Dios hacia la Salvación y nos presenta como camino de salvación para todos los hombres. En este sentido la Palabra de Dios siempre nos da aliento para seguir en la vida con ánimo y esperanza.

Como Palabra de Dios tiene la fuerza poderosa para realizar lo que transmite. Por eso San Pablo nos recuerda que “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu.” (Heb 4,12)". Y Su Palabra cuando es leída y anunciada con fe transmite y encarna la fuerza de Su Espíritu. En esto la Palabra será una fuerza para muchas de nuestras familias y situaciones particulares por la medida que nos abrimos a la lectura y la meditación de la Palabra y la medida en que estamos dispuestos a llevar una vida según los designios de la Palabra.

Muchas veces confundimos la práctica de la fe como algo mágico y tendemos a buscar las manifestaciones y frutos “ya” de la vivencia de la fe. La obra de Dios está por encima de todas nuestras necesidades momentáneas y respuestas mágicas. Dios no solo nos responde por un momento en que estamos en problemas (enfermedades, crisis económica, problemas de pareja, problemas de convivencia etc. ), sino que es nos conduce hacia la SALVACIÓN en un proceso respetando la individualidad de cada uno. En esto la lectura y la meditación de la Palabra de Dios juegan un rol primordial. Por la medida que vamos profundizando en la lectura y la meditación de la Palabra en su “verdadero Espíritu en que fue escrita" nos vamos acercando al pensamiento de Dios y se va logrando una transformación de nuestras personas. La perseverancia en la fe trae frutos abundantes en nuestra vida.

Esto ha sido la experiencia de muchas personas, que lograron un profundo cambio en sus vidas, para bien de ellos mismos, sus familias, sus estudios, su trabajo, su futuro, su salud, su prosperidad, la paz interior y la esperanza de vida eterna. Y será la experiencia de cada uno por la medida que estemos abiertos a esta experiencia.

Al finalizar este mes de la Biblia los animo a que cada uno tenga su Biblia, si está olvidada en su casa, ábrela y descubre el maravilloso mundo que Dios guarda allí, para cada uno. Dejemos que la Palabra de Dios nos hable. Es el mismo Dios que nos habla y dejemos que Él nos transforme. Abramos a esta hermosa experiencia de Dios, que sea un nuevo comienzo en tu vida.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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