Estamos en el mes de octubre y pronto se inician en esta primavera tantas actividades para nuestros jóvenes en estos últimos meses del año académico. También pronto se inicia la tradicional estudiantina en nuestra ciudad de Posadas y en unas cuantas localidades del interior de la provincia. A menudo es una actividad que trae junto bastantes conflictos y preocupaciones. Pero a la vez nos encontramos que son actividades que marcan la vida social de nuestros adolescentes y jóvenes.
Desde hace casi diez años que vengo trabajando con los jóvenes siempre surge la pregunta: ¿Vale la pena seguir con las actividades como la estudiantina? ¿Será que se aprende algo de toda esta movida? ¿Será que es un desperdicio de tiempo, esfuerzo y dinero que se podrá disponer a favor de tantas otras actividades más útiles y provechas? ¿No será que todo esto afecta el rendimiento de los alumnos en la escuela?… Como verán son innumerables las preguntas que escuchamos y que las respuestas siempre son variadas. Pero la verdad es que los jóvenes siguen convocándose en este espacio de diversión y todos los años como adultos los seguimos acompañando…
En lugar de abrir un debate sobre, si vale la pena continuar con la estudiantina o no, quisiera que reflexionemos sobre la importancia de espacios de diversión sana para nuestros adolescentes y jóvenes que se pueda vivir en compañía de sus padres y familiares. Creo que es un punto importante que hemos de plantear. Para la formación integral y la socialización de nuestros jóvenes es importante que tengan espacios de diversión sana con la presencia de los adultos.
Creo fundamental que el espacio de la estudiantina sea un espacio de divertir sanamente, con la presencia de muchos adultos y el acompañamiento de nuestras autoridades para que también podamos dar un mensaje a nuestros jóvenes que es posible divertir sin el alcohol, ni la droga. Es posible competir sin violencia ni enfrentamientos. Que sepan que no están solos y la presencia de los padres no es un estorbo, sino que es una garantía para su integridad…
También es necesario que sepan la vida no es solamente la diversión, sino que es un tiempo que no pierdan de vista la importancia de los estudios, cumplir con los compromisos con un año académico que pronto finaliza. Especialmente aquellos que necesitan esforzarse en el estudio es bueno saber que la diversión es posible solamente si somos capaces de hacer sacrificios en la vida y que si somos capaces de organizarnos y cumplir con nuestras obligaciones.
Otro aspecto fundamental en estos tiempos es que enseñemos a nuestros niños y jóvenes a cuidar nuestra ciudad y nuestro medio ambiente. Ojalá que desde cada familia y escuela acompañemos a cada uno de nuestros jóvenes a que cuidemos nuestras plantas, instalaciones de la ciudad, nos ocupemos de la cantidad de cosas –papeles, botellas y otros residuos– que más bien podemos depositar en los lugares correspondientes.
Creo que en el fondo no sigamos preguntando si hay que dejar que los jóvenes se diviertan o no con las actividades propios de ellos, sino que como los acompañamos, orientamos y que los EDUCAMOS. No es tarea sencilla, implica un esfuerzo y participación de todos, pero vale la pena.
Desde hace casi diez años que vengo trabajando con los jóvenes siempre surge la pregunta: ¿Vale la pena seguir con las actividades como la estudiantina? ¿Será que se aprende algo de toda esta movida? ¿Será que es un desperdicio de tiempo, esfuerzo y dinero que se podrá disponer a favor de tantas otras actividades más útiles y provechas? ¿No será que todo esto afecta el rendimiento de los alumnos en la escuela?… Como verán son innumerables las preguntas que escuchamos y que las respuestas siempre son variadas. Pero la verdad es que los jóvenes siguen convocándose en este espacio de diversión y todos los años como adultos los seguimos acompañando…
En lugar de abrir un debate sobre, si vale la pena continuar con la estudiantina o no, quisiera que reflexionemos sobre la importancia de espacios de diversión sana para nuestros adolescentes y jóvenes que se pueda vivir en compañía de sus padres y familiares. Creo que es un punto importante que hemos de plantear. Para la formación integral y la socialización de nuestros jóvenes es importante que tengan espacios de diversión sana con la presencia de los adultos.
Creo fundamental que el espacio de la estudiantina sea un espacio de divertir sanamente, con la presencia de muchos adultos y el acompañamiento de nuestras autoridades para que también podamos dar un mensaje a nuestros jóvenes que es posible divertir sin el alcohol, ni la droga. Es posible competir sin violencia ni enfrentamientos. Que sepan que no están solos y la presencia de los padres no es un estorbo, sino que es una garantía para su integridad…
También es necesario que sepan la vida no es solamente la diversión, sino que es un tiempo que no pierdan de vista la importancia de los estudios, cumplir con los compromisos con un año académico que pronto finaliza. Especialmente aquellos que necesitan esforzarse en el estudio es bueno saber que la diversión es posible solamente si somos capaces de hacer sacrificios en la vida y que si somos capaces de organizarnos y cumplir con nuestras obligaciones.
Otro aspecto fundamental en estos tiempos es que enseñemos a nuestros niños y jóvenes a cuidar nuestra ciudad y nuestro medio ambiente. Ojalá que desde cada familia y escuela acompañemos a cada uno de nuestros jóvenes a que cuidemos nuestras plantas, instalaciones de la ciudad, nos ocupemos de la cantidad de cosas –papeles, botellas y otros residuos– que más bien podemos depositar en los lugares correspondientes.
Creo que en el fondo no sigamos preguntando si hay que dejar que los jóvenes se diviertan o no con las actividades propios de ellos, sino que como los acompañamos, orientamos y que los EDUCAMOS. No es tarea sencilla, implica un esfuerzo y participación de todos, pero vale la pena.
P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino
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