El gran acontecimiento histórico de la celebración del bicentenario de nuestra patria ya es una realidad. Y que momento especial para renovar nuestra fidelidad y entrega a favor de tantos hermanos con quienes compartimos el don y regalo que es una patria libre. Hoy en este momento histórico inolvidable, quisiera invitarles a reflexionar sobre los valores que deben sostener esta argentina que se fue forjando con el esfuerzo de quienes quieren una patria grande, libre y para todos.
Celebrar el bicentenario nos invita a recuperar la memoria: memoria de tantos que entregaron sus vidas para construir y sostener la patria, memoria de tantas alegrías por los avances que hemos tenido a través de estos 200 años; memoria de tatos errores y equivocaciones que nos deben servir para evitar repetirlos y poder así luchar por una patria mejor para el futuro. Hacer memoria no solamente para ser meros espectadores, sino para sumarnos al desafío de construir la patria.
Y para ello es necesario que prioricemos la educación, porque un pueblo culto jamás caminará por la pobreza y la desesperanza. Si tenemos niños y jóvenes que se preparan para dar lo mejor de sí, estaremos formando ciudadanos libres y dispuestos a bregar por el bien de todos, teniendo como máximo ideal la honradez, único medio que nos garantiza la igualdad de todos los habitantes.
Es un momento para realzar tantos valores que pregonaron nuestros próceres. Un motivo más que especial para recuperar el don y regalo de la FAMILIA como base de nuestra patria. Una familia que forma y educa a sus hijos como futuros ciudadanos de manera sana y equilibrada. Que los festejos no sean solamente el privilegio de unos pocos, sino que genere un compartir de todas las familias argentinas desde el sentido solidario que nos caracteriza.
Que sea un tiempo para realzar la honradez en nuestra vida personal y pública; en nuestras palabras y acciones. Que en esta celebración del bicentenario ojalá podamos sostener las cosas que nos honran como personas y como patria, creo que es el regalo más hermoso que podemos dejar a nuestros hijos. Que seamos verdaderos ejemplos de esta virtud para las futuras generaciones.
Es un momento para profundizar nuestro sentido de SOLIDARIDAD. Que nuestras celebraciones estén llenas de propuestas concretas de solidaridad hacia nuestros hermanos más necesitados, que nos garantice una patria libre y para TODOS. Qué bueno que como sociedad podamos apostar por una sociedad que se caracterice por el trabajo y el progreso.
En estos días hablando con muchas personas, lo que más preocupa es la falta de esperanza, el no encontrar respuestas a tantas situaciones que nos preocupan… el de perder la esperanza y el ánimo para seguir luchando. Hoy al celebrar el bicentenario quisiera que recuperemos la ESPERANZA de tener una patria mejor para las próximas décadas, gracias al esfuerzo de todos.
No bajemos los brazos y ojalá que sigamos luchando y trabajando por una patria donde el progreso y la convivencia sana sean posibles, sencillamente esto depende del esfuerzo de cada uno de nosotros.
Y, por encima de todo, recuperemos la fe en Dios como el centro de nuestras celebraciones y el centro de nuestro caminar como nación independiente. Pidamos la intercesión de la Virgen de Luján, pidiendo la gracia muy especial de lograr una patria donde se apueste por la paz y la concordia por encima de todas las diferencias, por una patria llena de fe y esperanza, una patria que viva profundamente el sentimiento de justicia, amor y solidaridad. Que el Espíritu Santo siga iluminando el caminar de todos los argentinos para que siempre busquemos la VERDAD y el BIEN COMÚN.
Que Dios nos bendiga a todos en este día tan especial.
¡FELIZ 200 AÑOS!
Celebrar el bicentenario nos invita a recuperar la memoria: memoria de tantos que entregaron sus vidas para construir y sostener la patria, memoria de tantas alegrías por los avances que hemos tenido a través de estos 200 años; memoria de tatos errores y equivocaciones que nos deben servir para evitar repetirlos y poder así luchar por una patria mejor para el futuro. Hacer memoria no solamente para ser meros espectadores, sino para sumarnos al desafío de construir la patria.
Y para ello es necesario que prioricemos la educación, porque un pueblo culto jamás caminará por la pobreza y la desesperanza. Si tenemos niños y jóvenes que se preparan para dar lo mejor de sí, estaremos formando ciudadanos libres y dispuestos a bregar por el bien de todos, teniendo como máximo ideal la honradez, único medio que nos garantiza la igualdad de todos los habitantes.
Es un momento para realzar tantos valores que pregonaron nuestros próceres. Un motivo más que especial para recuperar el don y regalo de la FAMILIA como base de nuestra patria. Una familia que forma y educa a sus hijos como futuros ciudadanos de manera sana y equilibrada. Que los festejos no sean solamente el privilegio de unos pocos, sino que genere un compartir de todas las familias argentinas desde el sentido solidario que nos caracteriza.
Que sea un tiempo para realzar la honradez en nuestra vida personal y pública; en nuestras palabras y acciones. Que en esta celebración del bicentenario ojalá podamos sostener las cosas que nos honran como personas y como patria, creo que es el regalo más hermoso que podemos dejar a nuestros hijos. Que seamos verdaderos ejemplos de esta virtud para las futuras generaciones.
Es un momento para profundizar nuestro sentido de SOLIDARIDAD. Que nuestras celebraciones estén llenas de propuestas concretas de solidaridad hacia nuestros hermanos más necesitados, que nos garantice una patria libre y para TODOS. Qué bueno que como sociedad podamos apostar por una sociedad que se caracterice por el trabajo y el progreso.
En estos días hablando con muchas personas, lo que más preocupa es la falta de esperanza, el no encontrar respuestas a tantas situaciones que nos preocupan… el de perder la esperanza y el ánimo para seguir luchando. Hoy al celebrar el bicentenario quisiera que recuperemos la ESPERANZA de tener una patria mejor para las próximas décadas, gracias al esfuerzo de todos.
No bajemos los brazos y ojalá que sigamos luchando y trabajando por una patria donde el progreso y la convivencia sana sean posibles, sencillamente esto depende del esfuerzo de cada uno de nosotros.
Y, por encima de todo, recuperemos la fe en Dios como el centro de nuestras celebraciones y el centro de nuestro caminar como nación independiente. Pidamos la intercesión de la Virgen de Luján, pidiendo la gracia muy especial de lograr una patria donde se apueste por la paz y la concordia por encima de todas las diferencias, por una patria llena de fe y esperanza, una patria que viva profundamente el sentimiento de justicia, amor y solidaridad. Que el Espíritu Santo siga iluminando el caminar de todos los argentinos para que siempre busquemos la VERDAD y el BIEN COMÚN.
Que Dios nos bendiga a todos en este día tan especial.
¡FELIZ 200 AÑOS!
P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino
Muy interesante su reflexión y si es un gran momento para que como argentinos reflexionemos y tomemos conciencia de nuestra historia y sobre todo que nos preguntemos: ¿Qué festejamos?... busquemos siempre la Verdad y el Bien común!!
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