Como país democrático hemos celebrado uno de los acontecimientos más importantes que marca nuestra libertad como ciudadanos de un país libre y democrático: las elecciones de los representantes que nos van a gobernar en los próximos años. Creo que cada elección en un país libre es un acto trascendental, porque define el rumbo de la nación, más allá del partido o candidato que asuma como gobernante.
Así como es un acontecimiento feliz, también creo que es una gran responsabilidad para aquellos que asumen la tarea de conducir al pueblo hacia la verdad y el bien común. Quisiera reflexionar algunos aspectos importantes de un buen gobierno que nos manifiesta la Palabra de Dios. Hay tantas cosas al respecto que todos conocemos, pero sí es importante que la sabiduría de Dios sea la base de todo proyecto por más pequeño que sea, tanto a nivel personal como a nivel nacional.