21 de mayo de 2013

La Patria que construimos

Estamos pronto a celebrar un nuevo cumpleaños de la Patria, un acontecimiento que nos llena de orgullo como ciudadanos, ya que recordar y celebrar su nacimiento nos recuerda el valor sagrado de la libertad que nuestros antepasados han logrado para futuras generaciones con mucho sacrificio, esfuerzo y hasta ofreciendo sus propias vidas.
En 2013, una vez más, cuando conmemoramos nuestra fiesta patria, creo que es bueno dar una mirada objetiva hacia este hermoso don que Dios nos ha regalado, de ser una patria libre. Hay muchos avances y seguramente hoy estamos mucho mejor que hace 200 años. 
Hemos crecido como patria, han cambiado muchas cosas, tenemos un país ordenado, un gobierno democrático, seguridad y protección, libertad de expresión, etc., lo que uno valora y goza como ciudadano de esta patria hermosa.
También vemos que en medio de tantas cosas hermosas tenemos muchísimos hermanos que son víctimas de la violencia, las injusticias, la pobreza, la desocupación y la inseguridad. 
La auténtica libertad de los pueblos se mide por su capacidad de ofrecer a todos sus miembros una vida digna y plena. Una vida de la que nadie es excluido y en la que todos pueden gozar por pertenecer a una patria libre. 
 

7 de mayo de 2013

Caminando renovemos el don de la fe...

Con mucha expectativa y entusiasmo nos estamos preparando para la peregrinación al Centro de Espiritualidad de Fátima, uno de los tradicionales y tan esperado acontecimiento religioso de nuestra provincia de Misiones. Por ello  quiero invitarlos a reflexionar juntos, acerca de nuestra fe y el sentido que adquiere nuestra vida como peregrinos en esta tierra.
 
Como seres humanos, desde nuestro nacimiento estamos en un continuo peregrinar, siendo pasajero nuestro paso por este mundo. Como hombres y mujeres de fe, nuestra meta es el encuentro final con  nuestro Padre, llegar a la “Tierra prometida”, la vida plena y eterna. 
 
En este sentido, cada peregrinación es una profunda experiencia espiritual donde salimos al encuentro con Cristo que nos convoca en comunidad para vivir un camino de conversión. El deseo de iniciar una peregrinación implica nuestra sed de búsqueda, nuestra convicción de que lo que tenemos no es lo esencial y partimos convencidos de encontrar lo único que necesitamos.