23 de marzo de 2010

Defender la vida

El verdadero valor de la vida

En el marco de la fiesta de la Anunciación, celebramos el próximo 25 de marzo, la Jornada del Niño por Nacer. Es una hermosa oportunidad para tomar consciencia del valor de la vida humana desde la concepción. Especialmente desde el ejemplo de la Virgen María, la que supo decir SÍ a la vida a pesar de tantas adversidades.

Vivimos un tiempo, en el cual la vida humana pareciera valer poco. Es común escuchar a personas desanimadas frente a tantas situaciones desesperanzadoras. Esto se siente cuando los jóvenes inician la búsqueda de un trabajo digno, los ancianos que tienen que golpear las puertas de las obras sociales para conseguir autorizaciones para estudios médicos… frente a situaciones límites de la vida pareciera que la vida de todos no tuviera el mismo valor! Los tiempos modernos que vivimos frente a la superpoblación, crisis económica, nuevas culturas juveniles, problemas matrimoniales, desintegración de las familias etc. creo que como sociedad hemos de renovar nuestra opción por la vida humana.

Hace poco compartiendo con mis hermanos en la india, obviamente un país superpoblado, fui sorprendido por un discurso del actual primer ministro de la India que invitaba a las familias a que no entren en el control desmedido de la natalidad diciendo; “la población de la India no es un problema, sino que es el capital de la nación”. Frente a tantas propuestas abortistas ojalá que podamos decir también SÌ a la vida, asumiendo plenamente la hermosa vocación de ser madre y padre, colaborando con nuestro Dios Creador a través de una paternidad o maternidad responsable.

La celebración de este día, nos recuerda que la vida, es el mayor de los dones, que hemos recibido de nuestro Dios y que tiene una dignidad inviolable e irrepetible. "Antes de formarte en el seno de tu madre ya te conocía, antes que tu nacieras, yo te consagré" Jeremías 1,5. Como sociedad responsable y civilizada hemos de dar importancia y valor asumiendo sus consecuencias. Además cuando hablamos de la vida humana desde la concepción, estamos haciendo referencia a una PERSONA, que necesita de nuestra colaboración para desarrollarse plenamente. Además tengamos presente que “El derecho a la Vida es el primer Derecho Humano”.

La iglesia nos propone como el mejor ámbito de desarrollo de esta vida humana el matrimonio y el seno de una familia, como célula básica de la sociedad y donde el niño crecerá en el amor, reconociendo la fuente del mayor amor y misericordia que es el mismo Dios Padre. En estos tiempos en que muchos temen el compromiso al amor y la fidelidad que se debe vivir plenamente desde el sacramento del matrimonio, creo que es fundamental que animemos y acompañemos a nuestros niños y jóvenes para que asuman plenamente las exigencias de un amor que implica compromiso y responsabilidad frente a la VIDA.

Ojalá que en todos los ámbitos de nuestra sociedad podamos dar un valor fundamental a la vida, como principio rector de todas nuestras actitudes. La vida humana no debe ser valorada en función de la profesión que se ejerce, del trabajo que se realiza, de las cosas materiales que se posee… sino por el amor y la entrega desinteresada en favor de la misma vida.

Que en esta cuaresma la entrega generosa de Cristo en favor de la vida, nos anime a amar, respetar y cuidar la vida hasta las últimas consecuencias… porque es el don más preciado que Dios nos ha regalado…y vale la pena cuidarla.

Con el auxilio de Jesús y de su madre, que lo concibió en su seno, y con el ejemplo de nuestra propia vida, será posible luchar en defensa de este ideal.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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