23 de junio de 2009

Fortalecer la democracia

En pocos días vamos a ejercer uno de los derechos fundamentales de toda democracia y que nos caracteriza como país libre, el derecho a elegir a nuestros propios gobernantes. Pero este acto lo hemos de asumir con seriedad para que nuestra participación fortalezca nuestra democracia.

Es responsabilidad y deber de cada ciudadano ser partícipe de este acto democrático, ya que nuestro voto vale, y en cada elección se juega mucho el futuro de la vida y la familia. Es el momento propicio para que realmente propongamos el estilo de sociedad que desearíamos compartir, el país que quisiéramos vivir en el futuro y el que nos gustaría regalar a los hijos.

Es también la ocasión oportuna para que hagamos un examen serio de nuestro comportamiento social, y analicemos cómo es el cumplimiento de nuestros deberes y las exigencias de nuestros derechos, ya sea como simple ciudadano o como autoridad llamada a ejercer la función para la que fuimos elegidos.

Creo que el mejor mensaje ante estas nuevas elecciones será tomar con seriedad la propuesta de la conferencia episcopal argentina en su asamblea plenaria de este año, que nos invita a fortalecer la amistad social y las instituciones de la Patria, porque “cuando priman intereses particulares sobre el bien común, o cuando el afán de dominio se impone por encima del diálogo y la justicia, se menoscaba la dignidad de las personas, e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones”. Creo que es el desafío que nos toca enfrentar como país: superar los intereses personales y llegar a un camino de diálogo sincero para que podamos avanzar como nación en favor no solo de unos pocos, sino de tantos que no tienen voz.

Ojalá que éste acto electoral que se aproxima, nos ayude a fortalecer la democracia en nuestro país, Sólo así logremos superar las diferencias partidarias en pos de un sincero amor a los principios de la patria y un espíritu de servicio desinteresado a favor de nuestros pueblos. Que no desaprovechemos “LA OPORTUNIDAD” de expresar nuestra adhesión y participación en el destino de nuestra patria, para que sigamos construyendo nuestro FUTURO en armonía y paz, priorizando el diálogo y el servicio desinteresado.

Que superemos todas aquellas propuestas que nos dividen como país, toda venganza que nos lleva al enfrentamiento, violencia y resentimiento siendo capaces de crear un espacio de verdadera reconciliación y unión. Que el interés común que nos una siempre, sea el bien de “TODOS LOS ARGENTINOS”, cualquiera sea el lugar en el que estamos desempeñándonos, como parte activa o no del gobierno de turno.

Esta actitud generosa nos asegurará una vida armoniosa en un país donde haya lugar para todos y donde cada ciudadano gozará de los mismos derechos y obligaciones. Esto dependerá de cada uno de nosotros en la medida en que actuemos como agentes multiplicadores de paz y amor, siendo capaces de hacer un buen discernimiento ante esta responsabilidad y compromiso personal que definirá los destinos de los próximos años.

Elevemos nuestros ruegos al Altísimo para que Él conduzca a nuestra patria hacia la verdadera libertad y bien común. Que el Espíritu Santo ilumine nuestra decisión para que sea consciente y no responda a intereses mezquinos.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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