14 de julio de 2009

Tiempos de quietud

Coincidentemente con este espacio dedicado a la pausa escolar, se han suspendido casi todas las actividades, con la intención de cuidar nuestra salud física y más aún, la salud espiritual. Pero lo más importante de este descanso, es la necesidad de que cada uno, ponga la mejor de sí, para que nos cuidemos mutuamente. Tal vez muchos estarán contentos por tener tantos días de calma. Otros estarán lamentándose por perderse un sinfín de oportunidades.

Sin embargo, creo que es un momento especial, para que sepamos que los planes de Dios son diferentes y solamente podremos disfrutar de la vida, si somos capaces de adaptarnos creativamente a las novedades que ella nos presenta.

Claro está, que ante esta propuesta, seguramente surge la pregunta clave ¿cómo hacerlo? especialmente en medio de tantas adversidades. Y esto es lo más importante: saber que todos tenemos la capacidad de ser creativos, sólo depende de la actitud con que asumamos los desafíos que se nos presenten.

Tal vez si miraras hacia atrás, seguramente descubrirías que has sido creativo en tantas oportunidades, que has resuelto tantas situaciones de manera clara y efectiva y hasta te diría te asombrarías de tanta eficacia y capacidad por resolver aquello que debiste enfrentar. Hoy lo que nos falta es esa confianza en nosotros mismos. La confianza, en la gran capacidad que Dios nos ha dado para superar las situaciones de manera innovadora.

Es por ello que la creatividad requiere de cada uno de nosotros una gran apertura, para descubrir los problemas y situaciones en las cuales hemos de llevar soluciones y respuestas originales. Y sencillamente cuando somos capaces de enfrentar y resolver, sin huir de los problemas, muchos de ellos llegarán a ser parte de nuestra vida y aprenderemos a convivir con ellos. A menudo tenemos la tendencia a dejar pasar las situaciones y dificultades que nos duelen y cuestan resolver. Ellas son muchas veces, las causas de nuestras tristezas y desánimos. Sencillamente lo que se necesita, es acostumbrarnos a resolver situaciones que nos provocan conflictos y nos sumergen en preocupaciones estériles.

De allí la importancia de ejercitar constantemente una creatividad genuina, que es generalmente una respuesta a algo, a un problema específico.

Por eso la creatividad implica también, una transferencia de conocimientos desde un dominio a otro dominio, y a veces una manipulación de ese conocimiento. Cuando encuentras un vació en la vida real, ¿cómo has llenado ese vacío?

La creatividad, en otras palabras, opera seguido por metáforas, lo que significa que necesitarás aprender cómo encontrar cosas en común entre la situación actual y otras ya vividas y que conoces cómo disipar. Esta habilidad es difícil de aprender, requiere mucha práctica. Ésta es la razón por la cual la creatividad es difícil de aplicar.

Pero nada es imposible cuando predisponemos todo nuestro ser en lograr lo que nos proponemos. Eso sí, sin dejar de confiar en la providencia. Sabiendo que nuestro Dios nos regalará lo que necesitamos en el instante justo y cuando Él considere que es el momento apropiado, porque nos cuida y sabe lo que nos conviene. Anímate, sé creativo y verás que muchas situaciones que te parecían problemas, son simplemente una razón más para vivir.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

No hay comentarios.:

Publicar un comentario