13 de abril de 2010

Vivir en positivo

En estos días tan hermosos que tenemos creo que uno de los aspectos que quita nuestra alegría interior es vivir permanentemente pendiente a los problemas, a lo que nos sale mal, al error de los demás y los problemas que muchas veces tienen poca solución. Estamos tan acostumbrados a escuchar cosas negativas, a decir cosas negativas que hasta nuestros pensamientos tienden a viciarse. El gran desafío para la alegría es encontrar las bendiciones de Dios en la vida y enfrentar la vida con fe y esperanza.

Frente a tanta negatividad que estamos acostumbrados a ver las cosas que no están bien en nuestro entorno y pierde la gracia de gozar tantas cosas que nos pueden hacer felices. Hoy quisiera compartir algunos pasos importantes para que podamos gozar de la vida y de las personas a quienes Dios nos ha regalado.

Para poder encarar la vida positivamente es necesario creer en la bondad de las personas que nos rodean. La permanente desconfianza hacia el otro muchas veces nos quita la posibilidad de compartir la vida con franqueza y alegría. En este sentido vale la pena hacer un esfuerzo sincero para ver y apreciar tanta bondad que tiene nuestros seres queridos. Seguramente muchas cosas en nuestro hogar y en nuestros grupos sociales cambiarán si empezáramos a admirar y apreciar unos a los otros.

Muchas veces lo que nos quita una vida positiva es la falta de fe confianza en Dios. Esta falta nos acarrea vivir en permanente situaciones de preocupaciones y ansiedades. Muchas veces lo que nos hace sufrir es este estado mental que padecemos. El temor y la ansiedad que nos despierta de la enfermedad y las situaciones adversas son más dolorosas que las mismas enfermedades. Solamente desde la fe y la confianza en Dios podemos superar tantas situaciones adversas. Ante cada problema, dificultad o adversidad es bueno relajarnos y saber que con la gracia de Dios es posible encontrar una solución adecuada. “No hay nada imposible para Dios”.

Para poder vivir una vida sana y positiva hay que alimentar a nuestra mente con pensamientos positivos, con lecturas positivas, con momentos de serenidad y paz interior que nos ayuda vivir y gozar de la gracia de Dios. En esto es fundamental una vida de oración que nos da fuerzas para sostenernos fuertes frente a las adversidades de la vida.

También muchas es necesario que cambiemos nuestras actitudes frente a los problemas y las dificultades. Vivimos en una sociedad que pretende huirse de los problemas y dificultades. Nuestros niños crecen sin saber enfrentar y resolver los conflictos en la vida. y es una de las razones de los grandes fracasos en su vida de adultos. Es bueno saber que cada dificultad es una oportunidad para el desarrollo personal y espiritual en la vida. Que bueno que podamos enfrentarlos con ánimo y esperanza. Sencillamente el camino a la gloria implica asumir las cruces de la vida cotidiana con alegría.

Que bueno que desde la gracia de Dios podamos asumir este compromiso de vivir más positivamente frente a tantas situaciones adversas que nos rodea. Pidamos al Altísimo que en este tiempo pascual nos llene de esperanza, para que podamos ver las maravillas de Dios siempre… cada mañana y cada anochecer… para que la alegría y la felicidad que viene de Dios nunca se apague. Esta alegría interior nos ayude a llegar a los demás en este gran gozo de celebrar las bendiciones de Dios en la vida y hacer un aporte concreto para lograr una sociedad más alegre y feliz.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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