27 de diciembre de 2011

Nuevos sueños y esperanzas


Todo comienzo nos genera muchas expectativas en la vida. Al iniciar este nuevo año seguramente estamos llenos de sueños y esperanzas. Pero es necesario antes hacer un balance de lo que ha sido el año que pasó para corregir los errores que pudimos cometer y comenzar este 2012 con mucho afán. Y como bien sabemos, un buen comienzo ya es un camino seguro al éxito, lo que nos garantiza un buen fin.

Seguramente estamos a la espera de muchas novedades y expectativas que generan el año a iniciar y todo esto requiere optimizar el tiempo y los recursos que Dios nos ha regalado  atendiendo así aquellas particularidades que son fundamentales para el nuevo comienzo.

Uno de los detalles más valiosos en este aspecto es el buen uso de nuestro tiempo. La gran mayoría de los planes y proyectos se materializan y alcanzan excelentes resultados cuando le dedicamos suficiente tiempo, priorizando las cosas más importantes en nuestra vida y evitando que nos desgastemos en todo aquello que resulta secundario.
Cuando iniciamos un nuevo año una de las cosas que nos ayudarán a caminar seguros es tratar de deshacernos de las cargas innecesarias, como ser costumbres, hábitos y actividades que no hacen a la esencia de la vida y sencillamente se convierten en pesadas cargas. No olvidemos que para lograr una vida feliz se requiere vaciar nuestras inaguantables mochilas, de las cosas que hacemos por costumbre y rutina, sin que realmente sean significativas o necesarias. En este sentido es importante ser generoso con uno mismo para dejar todo aquello que obstaculiza y no permite seguir avanzando y creciendo como personas íntegras.

Una vida de reflexión nos ayudará a poner los objetivos claros y esto marcará el rumbo de nuestro diario caminar. Cuando arrancamos este nuevo año, es importante priorizar los objetivos de la vida para que todo aquello que sea circunstancial no interfiera y aleje de nuestros objetivos principales.

En todo momento, resulta esencial una buena planificación para que realmente se logren los objetivos propuestos. Muchos proyectos se disipan porque quedan en buenos deseos y no se proyectan con un plan de acción sincera. Como dice la Palabra de Dios “¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla?” (Lc 14, 18). Creo que es uno de los pasos esenciales como persona, familia y comunidad al iniciar un nuevo año es una buena planificación para que la construcción de este nuevo año sea realmente una bendición.

Por encima de todo, considero que es fundamental saber que un nuevo año es una bendición de Dios, porque Él nos ha invitado a la vida y esta vida hay que vivirla en plenitud. Estamos invitados a vivir y compartir esta vida como una verdadera bendición. Disfrutemos  cada momento y cada paso que damos a diario y centremos nuestra mirada en las bendiciones que recibimos de Dios, más que en los fracasos y reveses que siempre forman parte de la vida. 

Estamos llamados a  vivir en el amor y con generosidad. A ser personas capaces de multiplicar bendiciones. Pongamos todos nuestros dones y esfuerzos al servicio del Buen Dios, para que seamos verdaderos instrumentos de su amor y así lograr un nuevo año colmado de bendiciones para todos.
Vaya para todos ustedes, mis fervientes deseos de muy feliz Navidad y próspero 2012.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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