San Roque González de Santa Cruz es un verdadero ejemplo
para nuestra provincia y toda la Iglesia en este año de la fe; por su
gran espíritu misionero y fervor en la evangelización de la cultura. Ha
sido un gran evangelizador de nuestras tierras, luchó para sostener y
fortalecer la cultura, la educación y la fe en las comunidades que
formaban parte de estos territorios. Su gran dedicación y entrega
generosa a la misión de evangelizar y educar lo ha elevado a la santidad
para que su vida sea un ejemplo a imitar para todos nosotros. Hoy
quisiera reflexionar sobre algunos aspectos importantes de la vida de
San Roque González.
Nació en Asunción
(Paraguay), en 1576. Desde joven demostró una gran piedad por la
Eucaristía; fue ordenado sacerdote a los 22 años, manteniendo un fervor
ardiente por la causa de la evangelización. Su celo apostólico lo llevó
a ser fundador de varias reducciones, especialmente en tierras de
Misiones y del Paraguay. San Roque fue canonizado por Su Santidad Juan
Pablo II en su visita al Paraguay, en la ciudad de Asunción, en mayo de
1988. Fue el primer Santo paraguayo de gran inspiración para toda la
humanidad.
Gran educador y evangelizador de su
tiempo. Educaba en la fe, en la cultura y para que se pudieran auto
sustentar las comunidades de nuestras tierras. La gran preocupación de
San Roque González ha sido la educación de los buenos hábitos, modales
de convivencia y oficios para el sostenimiento. Creo que son los pilares
de todo sistema educativo y hemos de aprender mucho del espíritu de San
Roque González para que nuestro sistema educativo forme a las personas
para la vida.
Fue un hombre de fe y tenía una
gran devoción a la Madre María, con ella conquistaba corazones para
Cristo. Por eso le llamaba la “Conquistadora”. Se cuenta que muchas
veces con solo levantar el cuadro de la imagen de nuestra Señora, los
indios admiraban la belleza de María y sin pronunciar palabras se
convertían. El nos invita a confiar en la Virgen María, madre e
intercesora de todos los bautizados. Y también este fin de semana cuando
realizaremos la Peregrinación Diocesana a Loreto, rendiremos homenaje a
nuestra madre, según las inspiraciones de San Roque González.
Su
testimonio ardiente nos invita a ser mensajeros vivos de la Palabra de
Dios, superando las adversidades de la vida desde la confianza y la fe
en la misión de Cristo. San Roque González hoy nos anima a vivir con
perseverancia, porque -la lucha, el sufrimiento, la muerte- todo tiene
sentido si es por la gloria de Dios y para que su Reino llegue hasta los
confines de la tierra.
Su camino de santidad
es un ejemplo para todos los cristianos. Él nos ha demostrado que es
posible amar a Dios, entregando la vida por sus hermanos, especialmente
por los más necesitados. La vitalidad y fortaleza de San Roque nos debe
animar y fortalecer para seguir trabajando por tantos desamparados de
nuestra sociedad: aquellos que viven en la indigencia, en la pobreza y
condiciones inhumanas. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan
de nuestro vigor y aliento.
Que San Roque
González de Santa Cruz, nos anime en la misión de anunciar la fe,
especialmente a nuestras futuras generaciones a través de la educación y
formación sólida. Que sea ésta una opción prioritaria para nuestra
sociedad.
P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino
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