13 de noviembre de 2012

Educar con el espíritu de San Roque González

San Roque González de Santa Cruz es un verdadero ejemplo para nuestra provincia y toda la Iglesia en este año de la fe; por su gran espíritu misionero y fervor en la evangelización de la cultura. Ha sido un gran evangelizador de nuestras tierras, luchó para sostener y fortalecer la cultura, la educación y la fe en las comunidades que formaban parte de estos territorios. Su gran dedicación y entrega generosa a la misión de evangelizar y educar lo ha elevado a la santidad para que su vida sea un ejemplo a imitar para todos nosotros. Hoy quisiera reflexionar sobre algunos aspectos importantes de la vida de San Roque González.

Nació en Asunción (Paraguay), en 1576. Desde joven demostró una gran piedad por la Eucaristía; fue ordenado sacerdote a los 22 años,  manteniendo un fervor ardiente por la causa de la evangelización. Su celo apostólico lo llevó a ser fundador de varias reducciones, especialmente en  tierras de Misiones y del Paraguay. San Roque fue canonizado por Su Santidad Juan Pablo II en su visita al Paraguay, en la ciudad de Asunción, en mayo de 1988. Fue el primer Santo paraguayo de gran inspiración para toda la humanidad.

Gran educador y evangelizador de su tiempo. Educaba en la fe, en la cultura y para que se pudieran auto sustentar las comunidades de nuestras tierras. La gran preocupación de San Roque González ha sido la educación de los buenos hábitos, modales de convivencia y oficios para el sostenimiento. Creo que son los pilares de todo sistema educativo y hemos de aprender mucho del espíritu de San Roque González  para que nuestro sistema educativo forme a las personas para la vida. 

Fue un hombre de fe y tenía una gran devoción a la Madre María,  con ella conquistaba corazones para Cristo. Por eso le llamaba la  “Conquistadora”. Se cuenta que muchas veces con solo levantar el cuadro de la imagen de nuestra Señora, los indios admiraban la belleza de María y sin pronunciar palabras se convertían. El nos invita a confiar en la Virgen María, madre e intercesora de todos los bautizados. Y también este fin de semana cuando realizaremos la Peregrinación Diocesana a Loreto, rendiremos homenaje a nuestra madre, según las inspiraciones de San Roque González.

Su testimonio ardiente nos invita a ser mensajeros vivos de la Palabra de Dios, superando las adversidades de la vida desde la confianza y la fe en la misión de Cristo. San Roque González hoy nos anima a vivir con perseverancia, porque -la lucha, el sufrimiento, la muerte-  todo tiene sentido si es por la gloria de Dios y para que su Reino llegue hasta los confines de la tierra. 

Su camino de santidad es un ejemplo para todos los cristianos. Él nos ha demostrado que es posible amar a Dios, entregando la vida por sus hermanos, especialmente por los más necesitados. La vitalidad y fortaleza de San Roque nos debe animar y fortalecer para seguir trabajando por tantos desamparados de nuestra sociedad: aquellos que viven en la indigencia, en la pobreza y condiciones inhumanas. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestro vigor y aliento.

Que San Roque González de Santa Cruz, nos anime en la misión de anunciar la fe, especialmente a nuestras futuras generaciones a través de la educación y formación sólida. Que sea ésta una opción prioritaria para nuestra sociedad. 



P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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