15 de enero de 2013

Descansar y recrear



Empezar un nuevo año es un verdadero acontecimiento para todos. Es el momento de plantearse los objetivos más nobles e iniciar un camino hacia verdaderas metas para la vida. Muchas veces el éxito de todo un año depende de las buenas metas que nos proponemos para iniciar el camino hacia ellas y concretarlas en la vida. En este sentido el verdadero tiempo de descanso es un momento para detenernos, mirar hacia adelante y plantear los objetivos claros para poder recrear la vida. 
La felicidad y la alegría serán posible en la medida que seamos capaces de recrear. Y el tiempo de vacaciones y descanso es ideal para recrear y revivir tantas situaciones que dan sabor a la vida. Muchas veces hay quienes confunden esta dinámica de recreación con momentos de diversión o con un viaje largo que se suele hacer. Creo que el verdadero descanso para la mente y el cuerpo, se generan cuando somos capaces de armonizar el cuerpo y la mente mirando la vida con objetividad, lejos de los preconceptos que vamos armando con el correr de los tiempos, agotados por la monotonía y la rutina. 
La misma palabra “recreación” con su significado, nos invita a recrear y reflotar tantos dones y talentos que Dios nos ha dado para ser felices y alegres en la vida. No se trata de darnos gustos muy costosos, sino de aprender a alegrarnos contemplando un paisaje hermoso, la belleza de la naturaleza de nuestro buen Dios, en compañía de nuestros seres queridos que nos animan y  sostienen, con los aportes que cada uno hacemos en pos del  bien común… son tantas las cosas que ennoblecen nuestro ser y hemos de gozar de cada una de ellas. Tal vez  muchas de estas cosas han perdido el brillo con el correr de los tiempos– las asperezas en las relaciones familiares, los talentos escondidos, la capacidad para admirarnos de la vida… dispongámonos entonces a recuperar la alegría de la vida que nadie nos puede quitar…
Cuando las vacaciones realmente no recrean nuestra mente y cuerpo volvemos más cansados que cuando nos fuimos. Por eso, creo que es importante, más allá de tantos programas que nos ofrecen disponer también de un buen tiempo de silencio interior donde  podamos escuchar a nuestro cuerpo y nuestra mente, para poder entrar en comunión con nuestra interioridad. Creo que unos momentos de meditación y silencio nos harán descubrir cosas maravillosas en este tiempo de vacaciones. Una buena lectura que nos anime a orientar nuestros pensamientos, sería de gran ayuda, y por supuesto contemplar la Palabra de Dios. 
Los proyectos y planes que nacen de la profundidad del corazón, donde ponemos toda nuestra voluntad y energía, seguramente hará que este nuevo año, sea realmente feliz, porque estaremos poniendo corazón y alma para llevar a cabo tantos sueños y planes que genera nuestra mente. Todo esto desde una mirada realmente objetiva de nuestras condiciones personales y comunitarias. 
Que este tiempo de vacaciones, sean un tiempo especial que nos ayude a realizar una verdadera mirada hacia la profundidad de nuestro interior, a contemplar la vida con ojos de esperanza, y que nos llenemos de esa fuerza que viene de lo Alto para poder sostener tantos propósitos a lo largo del tiempo. Tengamos confianza en la Divina Providencia que siempre nos orienta y encamina en la vida. ¡FELIZ DESCANSO!!!!

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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