22 de enero de 2013

Vacaciones: lo importante no es dónde, sino cómo

Estamos en tiempo de vacaciones. Muchos han podido realizar un viaje para desconectarse del trabajo y rutina de todo un año, descansando lejos de todos los compromisos, para volver renovados y comenzar nuevamente con todas las exigencias. Otros tantos aprovechan este tiempo de descanso para disfrutar de la vida familiar en sus hogares. Creo que  más allá de que viajemos o no, es necesario que el tiempo de vacaciones sea realmente de descanso y renovación interior.
Más allá de lo que se haga, creo que lo que enriquece este tiempo de vacaciones es hacer las cosas en familia y lograr un sano compartir entre todos, fortaleciendo los vínculos interpersonales. Es un momento para educar a los hijos en el sentido de la responsabilidad y en cuanto a la necesidad de compartir.
Otro aspecto fundamental de nuestro tiempo de vacaciones es la actitud de curiosidad y las ganas de conocer cosas nuevas, distintas. Creo que es esta predisposición hacia lo novedoso lo que nos llena de pasión y entusiasmo durante este tiempo. Es algo fundamental y esencial para la vida humana que nunca hay que perder. Tal vez no se pueda realizar un largo viaje, pero sí todos podemos practicar esta actitud en este tiempo de vacaciones.
Una actitud de curiosidad para descubrir lo hermoso que es compartir en familia, conocer a nuestros seres queridos creando momentos de diálogo sincero y de compartir proyectos y sueños.
Es un momento especial donde tenemos la posibilidad de hacer un viaje a nuestro interior para escucharnos a nosotros mismos. Tal vez hace bastante que no tenemos tiempo para escuchar a nuestra mente y corazón. Lo que nos llena, lo que nos entristece, lo que nos hace “rabiar” o lo que realmente nos hace felices en la vida.  Crear momentos de silencio interior y meditación, es un paso esencial para este conocimiento personal.
 
También esta curiosidad del viajero podemos aplicar en nuestra propia casa con el interés de aquel que quiere descubrir algo nuevo, conocer algo nuevo, crear algo nuevo y generar un nuevo orden a las cosas. Qué lindo sería que cada vez que abramos la habitación, los armarios, los cajones, sean motivos de inspiración para nuestra vida.
Considero que sería un hermoso aporte para la vida si estas vacaciones nos ayudara a vivir la cotidianidad de una manera distinta,  con mucho  entusiasmo y con ganas.
Llenarnos de la actitud curiosa del viajero frente a las cosas más simples y sencillas de la vida para que tantas cosas que consideramos como pesadas cargas sean pequeños desafíos a superar con alegría y pasión. Que en la cotidianidad sepamos descubrir  nuevas sensaciones y alegrías con una actitud de apertura hacia la novedad de Dios y de la vida, sabiendo que lo importante no es dónde se va,  sino cómo se va…
Que disfrutemos de aquello que está a nuestro alcance, sabiendo que nos ayudará a recobrar las energías necesarias para vivir el desafío de este nuevo año con alegría y deseos de superación.

P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino

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