Creo que el dicho popular “Dios
escribe derecho sobre líneas torcidas” se ha hecho realidad cuando
contemplamos el camino con que nos ha sorprendido Dios en los últimos
días. Seguramente hemos escuchado muchos comentarios en los canales
televisivos y leímos múltiples opiniones en distintos periódicos. Pero
esto no exime de la necesidad de reflexionar sobre este hecho tan
transcendente para los cristianos como fue el nombramiento de nuestro
nuevo papa Francisco, quien inicia su Papado, justamente en un día tan
especial para Posadas, que celebra la fiesta de San José, patrono de
nuestra ciudad.
Estoy seguro y
sin lugar a duda que Dios sigue eligiendo personas para continuar su
obra, más allá de las conjeturas humanas. Dios es el guía en todo
nuestro camino como Iglesia, y no tiene preferencia por raza ni
nacionalidad, sino que elige a la persona más adecuada para cumplir su
misión, y muchas veces a quien menos nos imaginamos. Esto ha sido tan
claro en la elección del papa Francisco, que estaba fuera de todos los
pronósticos mediáticos.
Como
Iglesia, en este tiempo de Cuaresma, la figura del papa Francisco nos
invita a una profunda austeridad y sencillez a favor de los más
necesitados de nuestra sociedad. Que sea un ejemplo para todos los
pueblos y naciones su sencillez, humildad y transparencia. Su actuar nos
invita a una gran generosidad disponiendo los dones y talentos que se
nos ha confiado al servicio de la comunidad, especialmente por los más
“pequeños” humildes de nuestra sociedad. Creo que el mismo nombre que ha
elegido, Francisco, representa este deseo de entrega y amor hacia el
prójimo.
Pero además de todo
esto, es importante destacar que el papa Francisco es un gran ejemplo de
autoridad. Todo cargo de autoridad y poder debe encerrar un verdadero
servicio al pueblo. Sin duda que Su Santidad tiene muy clara su misión,
al pedir la bendición del pueblo a quien representa y poner su función
como un verdadero servicio a su pueblo. Y esta debe ser la actuación de
todo dirigente: bendecir al pueblo con sus acciones y dejar que sea
bendecido por el pueblo por su honradez y transparencia. La sencillez
del papa Francisco es un ejemplo para cada dirigente del mundo para que
viva un estilo de vida austero y disponga todos sus bienes al servicio
de la comunidad.
Y como actitud
fundamental de un buen líder espiritual de la Iglesia, manifestó su
intención de recibir la colaboración de todos los fieles y los obispos.
Como el mismo lo dijo en el inicio de su discurso: “Comenzamos juntos
este camino de hermandad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos
el uno por el otro, por todo el mundo, porque haya una gran hermandad.
Espero que este camino de Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero para
la evangelización”. Ojalá que sea el espíritu de colaboración prime en
toda nuestra sociedad y que sea la base del ejercicio de poder y
autoridad.
Una buena dirigencia
es fruto de una vida de oración profunda. Mucho de los altibajos en la
vida y desvíos de la misión se produce por la falta de profundidad
espiritual. Es la gracia Divina lo que ha animado al papa Francisco al
aceptar este gran desafío con 76 años de edad, con un solo pulmón. Que
su testimonio de vida sea un ejemplo para todos. Como comunidad
cristiana nos unamos en oración para que realmente el Espíritu que mueve
al papa Francisco, sea un camino de renovación para nuestra Iglesia.
Pero no dejemos de recordar que si bien es importante un buen líder
espiritual, eso no basta, porque Iglesia somos todos y el Señor necesita
de cada uno de sus hijos para que su mensaje llegue a todo el mundo.
Como
bautizados lo acompañemos con nuestro compromiso y oraciones para que
juntos podamos llevar adelante la misión de anunciar el mensaje del
Reino.
P. Juan Rajimon
Misionero del Verbo Divino
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