El próximo 30 de septiembre celebramos la fiesta de San Jerónimo, quien tradujo la Biblia al lenguaje popular. Es el patrono de los biblistas y traductores. Y es en el marco de la fiesta de este gran santo, que dedicó gran parte de su vida para que las riquezas de la Palabra de Dios llegue al corazón de muchas personas, que los invito a reflexionar sobre la importancia de la Palabra de Dios en nuestra vida cotidiana.
Ella es la puerta que nos abre al gran misterio de Dios, la que alienta nuestra fe como cristianos. Porque no son palabras vacías, sino palabras que tienen la fuerza del Espíritu y transformadora de corazones. Son palabras que expresan el actuar de Dios en la historia del pueblo. Cada vez que nos acercamos a esa Palabra, Jesús nos invita a pensar, sentir y vivir como Él mismo lo hizo. Y por supuesto eso transforma a las personas.
Ella es la puerta que nos abre al gran misterio de Dios, la que alienta nuestra fe como cristianos. Porque no son palabras vacías, sino palabras que tienen la fuerza del Espíritu y transformadora de corazones. Son palabras que expresan el actuar de Dios en la historia del pueblo. Cada vez que nos acercamos a esa Palabra, Jesús nos invita a pensar, sentir y vivir como Él mismo lo hizo. Y por supuesto eso transforma a las personas.